domingo, 31 de agosto de 2008

8º Etapa: Melide - Santiago de Compostela

Fecha: 31 de Agosto de 2008
Etapa: Melide - Santiago de Compostela
Km: 53 según la guía, 63 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:40
Hora de llegada: 11:30
Etapa realizada entera por carretera. La necesidad de llegar pronto a Santiago para volver a casa, y la lluvia que nos seguia acompañando, hizo que la etapa la realizáramos entera por carretera.

Nos levantamos sobre las 6:30, siendo esta vez los primeros de la habitación. Delas y Carlos ya habían ido previamente al baño, y todos llevábamos un tiempo despiertos por nuestro vecino, que nos dió una bonita noche de ronquidos. Con el frontal puesto, recogimos todos los bartulos, revisámos que no faltaba nada, y nos dirigimos a una cafetería que había en la carretera general para desayunar. La primera pedalada sería como habitualmente, sobre las 7:40.

El día amaneció con lluvia, así que con la formación del día anterior, salimos de Melide por carretera dirección Santiago. En la misma salida del pueblo pone "Santiago 52km", si bien, nos salió algo más.

Los comentarios de la etapa de hoy van a ser muy reducidos. Por el arcén y bajo la lluvia, relizamos kilómetros sin paradas. Atravesamo
s Boente, Castañeda, Arzua, Alto de Santa Irene, Arca,.....
Al final de una subida, nos encontramos con que el arcén de la carretera se acaba, debido a la presencia de la autovia que conecta Santiago con el aeropuerto de Lavacolla. Las flechas nos dirigen hacía la izquierda, para ir por un camino. Con tramos de asfalto y tramos de tierra, vamos bordeando el aeropuerto, pasando por pequeñas aldeas y subiendo algunos repechos, que si bien son cortos, nos recuerdan a algunos de los pasados días atrás.
Se pasa por delante
de la televisión galega y con tantas curvas y cambios de sentido, se hace muy larga la llegada del Monte del Gozo. Es sobre las 11:00 cuando coronamos un pequeño repecho y nos encontramos con la señal que nos indica la llegada al Monte del Gozo.
Subimos a l
a entrada de la ermita para sellar y después nos hacemos la foto delante del monumento del Xacobeo.

Nos quedan pocos kilómetros para llegar a la Catedral. Bordeamos el Monte, bajamos a la carretera y seguimos las flechas hasta la plaza del Obradoiro.

Creo que sin darnos mucha cuenta de lo que habíamos hecho, pasamos por la plaza a toda velocidad, llena de peregrinos que admiraban la Catedral, que se hacían las
fotos con el objetivo cumplido,o que simplemente descansaban y recordaban los días disfrutados antes de llegar aquí.

Nosotros nos dirigimos a la oficina del peregrino, sellar por última vez la credencial, y recoger la Compostela que nos acredita como peregrinos o bicigrinos.
Atamos las bicis con los candados en una columna enfrente de la asociación, y esperamos una media hora en las escaleras, rellenamos la ficha y nos dan la Compostela.

Habíamos completa el Camino, pero ahora nos faltaba otra etapa; la vuelta a Madrid. Pensamos que para poder ver Santiago y comer, lo mejor sería tener cuanto antes la furgoneta, y así poder guardar las bicis y las alforjas.
Llamámos a ATESA y nos dijeron que podríamos recoger el vehículo cuando quisieramos, y encima nos iban a dar un Citroen C8, ya que no disponían de Berlingos.
Teníamos anotadas las horas y los lugares de paradas del autobus que te lleva al aeropuerto, y hasta una de esas paradas fuimos. Como pasaban cada hora, y faltaban 40 minutos, pillé un taxi y fuí al aeropuerto. En poco más de media hora estaba de vuelta en Santiago; guardamos las bicis, las alformas y aparcamos la C8 en un parking.

Comimos en Santiago, compramos algunos regalos y partimos hacía León de vuelta.

Sobre las 10:00 llegamos a León, cenamos con Carlos y su familia en San Martín del Camino. Luego llevé a Jose a casa de sus padres y yo partí hacía Madrid.

Eran las 2:30 de la mañana cuando llegué a Madrid.

sábado, 30 de agosto de 2008

7º Etapa: Triacastela - Melide (por Samos)

Fecha: 30 de Agosto de 2008
Etapa: Triacastela - Melide
Km: 83 según la guía, 92 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:40
Hora de llegada: 17:15
Etapa realizada entera por carretera. Para los que queráis ir por camino, quizá sea el día que menos os ayuden estos comentarios, al menos hasta Portomarín. Desde allí, la ruta discurre muchos km por asfalto, que es la misma ruta que llevamos nosotros.


Nos levantamos a la hora acostumbrada, las 6:45. Encendimos la luz sin problemas por que hubiera vecinos, y colocamos tranquilamente las alforjas. Bajamos al comedor a desayunar y a montar las alforjas en las bicis. Dimos la primera pedalada sobre las 7:15, aún de noche, por que el día amaneció muy nublado.

Tal y como hablamos el día anterior, la ruta de hoy la haríamos empezando por carretera hacía Samos, preveyendo que hoy si que nos íbamos a mojar. La ruta rompepiernas no incitaba a hacer muchos kilómetros, pero queríamos llegar lo más cerca posible de Santiago para realizar al día siguiente una etapa corta. La idea inicial era parar en Ribadiso, pequeño pueblo, pero según las guias, con muy buen albergue y una playa fluvial muy chula. En vista del tiempo que hacía, casi para llover, decidimos que sería mejor parar a dormir en Melide, cenar en la pulperia Ezequiel, y dejar 52 km para el últmo día.

Por el arcén de la carretera, y como todo el día de hoy, en continuo sube y baja, partimos hacía Samos. Yo iba el primero, con una luz delantera blanca que Jose me acopló en la bici; luego Carlos y el último Jose con la luz roja en la parte de atrás de la bici. Era la mejor forma de ser vistos por los coches.

Llegamos a Samos sobre las 8:30.
Lo más destacado, su impresionante Monasterio. Paramos a sellar la credencial, y pudimos ver que tenían habilitado un pequeño cuarto pegado a la puerta con las literas para los peregrinos. Nos llamó mucho la atención que con un edificio tan impresionantemente grande, alojaran a los peregrinos en un sitio tan cercano a la puerta, en días como hoy, con lluvia y frio. En fin, por la parte de atrás pudimos pasar a la iglesia, que estaban en misa, y relizamos unas pocas fotos, estropeadas por los andamios colocados para la restauración de una de las fachadas.

Seguimos la ruta por el arcén de la c
arretera, con el continuo sube y baja, rodeado de montañas, de bosques, de verde y más verde, y con la tensa espera del diluvio que estaba a punto de venirse encima.
En una de las bajadas, paramos a hacer una de las fotos chorras del camino, a la entrada del municipio de "Frollais". Creo que fué llegar y a los tres se nos puso una sonrisa en la cara que hizo que nos miráramos y paráramos a hacer la foto.
Quién nos iba a decir a nosotros que por culpa de esa fo
to no íbamos a poder llegar a Sarría antes de que nos cayera el tormentón del día y nos pusieramos hasta las trancas mientras buscábamos un lugar dónde poder covijarnos en mitad de la nada. Aguantamos bajo la lluvia 1 minuto y paramos en lo que parecían los cimientos de una casa a medio construir.
Al rato llegó un italiano que se encontró en la misma situación, y busco co
bijo en el único lugar que había. Allí permanecimos casi 1 hora mientras amainaba la tempestad, y por no cambiarme de ropa ni ponerme un chubasquero seco, me entró un tembleque que me duró bastante tiempo.
Después de una hora, decidimos salir, y a los 3 minutos, llegamos a Sarria. Sino hubieramos hecho aquella foto, habríamos lleg
ado sin problema. Nos tomamos un café mientras entrábamos algo en calor. En ese momento pensé que la próxima compra que haría sería la de un buen chubasquero, ligero para hacer deporte y que abrigue.
A la salida de Sarria se entra en una de las zonas más húmedas y oscuras del camino, con densos bosques de robles, hayas y pinos. Hoy me es más dificil precisar por que pueblos pasa la carretera por la que vamos y que nos llevará hasta Portomarín casi sin parada, por que no dejó de llover en ningún momento. Supongo que Barbadelo, Rente, Brea (en cuya salida se encuentra el hito de 100 km a Santiago), Ferreiros y Vilachá son los pueblos más signficativos por los que la ruta pasa.
Cabe destacarla gran bajada de unos 6-7 km que hay antes de llega
r a Portomarín, y que con la lluvia y por el arcén de la carretera, había que hacer con mucho cuidado. Esta vez fué Carlos quién fué el primero, y al que estuvimos a punto de ver en más de una ocación en el suelo por la excesiva velocidad con la que bajaba y por la cantidad de tiempo que circulaba por las líenas pintadas de la carretera, que tan traicionaras son con lluvia.

Sobre las 12:00, y acabado el descenso, se llega a un puente sobre el rio Miño que nos lleva a Portomarín, una de las localidades más importantes de del camino. Una vez se cruza el puente, se gira a la derecha para, en cuesta, subir al centro del pueblo y llegar a su plaza, dónde destaca la Iglesia de San Nicolas.
Aquí realizamos una parada de unos 20 minutos para sellar en la iglesia, tomarnos la fruta y el bollito que había sobrado del desayuno.
Eran las 12:15, y llevábamos 3 horas bajo la lluvia: al principio se hace duro, sobre todo por el frio que se te queda en el cuerpo, pero en cuanto entras en calor, se hace todo mucho más llevadero.

Se baja hasta la carretera y se sigue en dirección Toxibo. Durante unos 10 km, la ruta será en continuo ascenso, dejando a un lado Castromaior. Llega un momento que se atraviesa la carretera Nacional de Ourense (N-540); se cruza por arriba y
después se gira a la izquierda, para en seguida girar a la derecha por una carretera comarcal que nos acompañará casi hasta Palas de Rei. Es una carretera con poco tráfico, pero con el continuo sube y baja de toda la etapa, pero que permite que podamos ir en paralelo comentando la jornada. Se subo el alto de Ligonde y el Alto del Rosario, pero con sus respectivas bajadas después, esta última nos llevará hasta la N-547 que nos acercará a Palas de Rei.

Quedaban unos 15 km para llegar a Melide, y eran algo más de las 14:30, así que decidimos parar a comer en una pulperia que había en la carretera, por que se nos iba a hacer tarde para llegar a Melide, buscar el albergue y bajar a comer.
No recuerdo el nombre, pero comimos muy bien, menú del día que incluia pulpo por un euro más (creo que eran unos 10 euros).

Esta vez no hubo siesta, ya que la llu
via seguia. Montamos de nuevo en las bicis y seguimos hasta Melide. La primera parte es bastante bajada, pero la última vuelve en sube y baja habitual.

Serían las 16:30 cuando llegamos a
Melide, con 92 km en el cuentakilómetros. La llegada por carretera se hace muy larga, en continua cuesta.

El albergue: esta vez la decisión de a que albergue ir era más facil, ya que sólo hay uno, y por cierto, el peor con diferencia
de todo el camino. Hay que llegar hasta una plaza dónde hay una intersección de 2 carreteras, y en la parte derecha salen unas flechas amarillas que te dirigen a él. Está cerca de la plaza del convento, por la rua San Antonio.
Es un edificio grande de color gris que ocupada casi una manzana entera. Nos atenció una chica, que nos asigno unas camas en la primera planta. Dejamos las bicis candadas en la parte trasera, con suerte de ser los primeros y poder dejarla en un porche, al abrigo de la lluvia.
Dispone de unas 130 plazas, con habitaciones de 16 personas, en 2 zonas, con literas apiñadas y poco espacio. Ya había varias personas en la siesta. Lo peor del albergue sin duda son sus duchas, que son mixtas y sin puerta. Solo hay una ducha al final con puerta, que iban ocupando las mujeres según llegaban. Es uno de los p
roblemas, que hasta que no ocupan una habitación entera, no va gente a otra, con lo cual, en todas se monta cola para ir a las duchas.
Dejamos las alforjas, nos duchamos, lavamos, esta vez no tendimos, por que estaba lloviendo y por que era el último día y teníamos ropa limpia para ponernos al día siguietne, y nos fuimos a tomarnos ese líquido elemento de color amarillento que tan bien nos sienta todas las tardes.
El precio eran 3 euros (creo recordar).

El pueblo: es bastante grande, y encima estaban en fiestas, lo que junto a que era sábado, ayudaba a animar el ambiente. Fuimos hacía el centro, desandando el camino hecho con la bici, y pasamos a uno de los bares de la zona.

Estando en Melida, hay que ir sin duda a la pulperia Ezequiel para cenar. Una tremenda ración de buen pulpo con alvariño que quita todos los males, cansancios, lluvias..... del día. Para llegar a ella, hay que seguir deshaciendo la ruta en bici por la calle principal hacía abajo, en la acera de la derecha.

Provisiones: nosotros no compramos nada el día siguiente, pero hay varios supermercados.

Ha sido un día muy duro, por la continua lluvia y por el continuo rompepiernas del recorrido. De no ser por la primera, supongo que recorrer Galicia por los caminos habría sido algo mucho más bonito de lo que ha sido. Pero a pesar de todo, la lluvia no ha sido tan horrible como pensaba los días que iba sólo; una vez que entra el cuerpo y las piernas en calor, y teniendo un buen chubasquero y unas bolsas estanca para la bici, lo peor simplemente es el llevar cuidado en la carretera con no pisar las líneas blancas y seguir bien por el arcen.

Después de cenar, nos tomamos una pinta en una taberna irlandesa que hay muy cerca del albergue, y a las 22:00 horas estábamos en el albergue para dormir, siendo los últimos de la habitación en acostarnos.

viernes, 29 de agosto de 2008

6º Etapa: Ponferrada - Triacastela

Fecha: 29 de Agosto de 2008
Etapa: León - Ponferrada
Km: 70.6 según la guía, 86 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:40
Hora de llegada: 17:00
Etapa realizada en un alto porcentaje por carretera, i
ncluida la subida a Ocebreiro.

Nos levantamos sobre las 6:45 de la mañana, más o menos cuando nuestro compi de habitación empezaba a preparar su equipaje. Colocamos las cosas en las alforjas y bajamos al comedor a desayunar el zumo y los boll
itos que habíamos comprado el día anterior. Después colocamos las alforjas en las bicis, y salimos del recinto del albergue a la vez que muchos ciclistas, ya que ha sido el día que más ciclistas hemos visto. Dimos la primera pedalada sobre las 7:40.

La idea inicial era parar a dormir en el Monasterio de Samos, pero después de hablarlo la noche anterior, decidimos que igual sería mejor parar un poco antes, en un pueblo más grande, y hacer menos kilometros en una etapa tan dura como la de hoy.

La salida del albergue nos lleva hacía el Castillo, que rodeamos para dirigirnos hacía la carretera secundaria que nos lleva a Columbrianos. La salida se hace eterna, ya que la ruta nos lleva a visitar varias ermitas en las afueras de Ponferrada. La carretera nos permite ir en fila de tres e ir comentando la etapa y las historias vividas el día anterior. Después se pasa por Fuentesnuevas y Camponaraya, dónde a la salida y al llegar a la C
ooperativa de vinos del Bierzo, se gira a la izquierda por un camino de tierra que sube para atravesar la Nacional VI por un puente y desembocar en un precioso campo de vides. Hemos llegado al Bierzo, una de las zonas más bonitas del camino, y que más me impresionó de todo el recorrido.
Poco después se llega a Cac
abelos, que se atraviesa por su calle central, pasando por "La Moncloa", restaurante central de la cadena de restaurantes que hay en Madrid "Prada a tope".
Saliendo de Cacabelos, se sigue paralelo a la Naciona VI hasta Pieros, a cuy
a salida se toma una pequeña carretera asfaltada a la derecha, y cerca un desvio por tierra a la izquierda que se interna entre viñedos, y que no está del todo bien señalado. Llegaremos por camino hasta Valtuilla de Arriba y después hasta Villafranca del Bierzo, atravesando caminos agrícolas rodeados de viñedos, con algún fuerte repecho y alguna bonita bajada, y entrando por la puerta del Perdón de la iglesia de Santiago.
Nosotros paramos en la plaza prin
cipal a tomar la fruta que nos quedaba del desayuno, y seguimos la ruta, pero merece la pena detenerse y visitar algunas de las calles del lugar.

Se sale bordeando la colegiata, en dirección al puente de piedra que salva el río Burbia, y que conecta con la antigua Nacional VI. Por el andadero
de asfalto que hay en el lateral recorreremos el valle de Valcarce en una constante pero ligera cuesta arriba que nos acerca al coloso de la jornada.
Abandonaremos temporalmente el andadero sólo para visitar Pereje, Trabadelo y La Portela; pequeños pueblos entre bosques que nos distraen del anodino andadero pegado a la nacional, y bajo los enormes pilares que algunas veces cruzamos bajo la actual A-6.
Unos 800 metros después de La Portela, se deja la Nacional por una comarcal que nos lleva hacía Vega de Valcarce, el pueblo más grande antes de empezar la ascensión, y dónde mucha gente pernocta para comenzar bien temprano la subida del Ocebreiro al día siguiente. Si llevais los bidones vacios, es un buen lugar para recargar liquidos, por que la subida se hace dura y se necesita mucho líquido si el día apreta el sol.
Ambasmestas, Vega de Valcarce, Ruitelán y por fin Las Herrerías, pueblos que preceden la subida y que se hace muy largo atraversarlos por que en cada curva parece que empieza la subida, y cuando llegas, te das cuenta de que no, que era un falso llano que te va minando las fuerzas.

Una vez llegas a las Herrerías, es inevitable la cercanía del comienzo; y vaya comienzo, una de las rampas más duras de toda la subida. Paramos J
ose y yo antes de empezar a soltar lastre, mientras Carlos se lanzaba a por la montaña. Apenas subes 10 metros, te das cuenta que hay que poner el desarrollo más pequeño, y aún así, es dificil mantener la línea recta. Son unos 9 km hasta la cima, con pocos llanos y curvas con fuertes desniveles.
Superado el durísimo primer kilómetro, está el desvio a la izquierda para los ca
minantes, pero de muy dificil tránsito para las dos ruedas. Carlos comienza a sufrir, mientras Jose mantiene un buen ritmo y yo intento seguirle, pero sin cebarme mucho, por que la subida iba a ser de más de hora y media.
Sobre las 12:00 llegamos al desvio
de La Faba. Jose y yo paramos a descansar y esperar a que llegara Carlos, que viene sin agua y sufriendo. Se baja de la bici y busca una fuentecilla en un lateral de la carretera para remojarse y llenar el bidón (sigo sin querer tomar Aquarius el muy leonés, jej).
Como veis en la
foto, esta es probablemente la cuesta más dura de toda la subida. Carlos la reliza andando y Jose y yo damos el resto para subirla, pero dónde se acaba la vista gira a la izquierda y aparece una larga recta con un desnivel parecido. Lo peor de todo, que sólo llevábamos 3 km de subida.
De repente, al girar otra curva y levantar la vista, nos encontramos con un señor en medio de la carretera, que nos hace señas. Al fondo se ve como baja un camión; para nuestra desgracía, estaban asfaltando la carretera desde ahí y hasta casi el alto. El hombre nos obliga a detenernos hasta que pase el camión que iba echando la tierra sobre el camino (fué un merecido descanso, aunque el fuerte sol no era un gran compañero). Una vez terminó el camión, continuamos la ruta, pero nos pusimos el calzado y las ruedas de las bicis jartitas de asfalto, que aún hoy siguen impregnadas en mis zapatillas.
Durante la subida, íbamos parando para admirar el paisaje de los montes que separan León y Galicia, realizar algunas fotos e ir acabando con el aquarius que nos quedaba.

Coronamos sobre las 13:15. Habíamos conseguido superar la parte más dura del camino, coronar a 1300 metros de altitud, y entrar en la última comunidad autónoma del camino: Galicia.
Poco más adelante estaba uno de los lugares más míticos y carismáticos del camino: Ocebreiro.
Precioso pueblo con calles empedradas, visitamos su iglesia y la calle principal, y decidimos que nos habíamos merecido la comida del día. Atamos las bicis en la calle y nos metimos en el primer bar que hay en la calle principal, junto a una tienda de suvenirs.
La comida estuvo muy bien, por unos 9-10 euros con café. Yo como siempre, pasta y algo de carne.
Al salir, el cielo se estaba empezando a poner gris (como no, acababamos de entrar en Galicia.....), así que nos ahorramos la siesta. En la salida del pueblo nos paramos un momento a hablar con un matricmonio gaditano, que iban cada uno con su bici, y mientras la mujer llevaba las alforjas, el marido tiraba de un carrito con el niño pequeño; que bien se lo debería de haber pasado el enano.
Para seguir la ruta, volvimos a la carretera por la que llegamos a Ocebreiro, y un poquito más adelante hay unas grandes flechas en el suelo que nos dirigen hacía la derecha (pq ya nos ibamos derechitos por la carretera, vete tu a saber dónde....). Seguimos la ruta por carretera en ligera bajada, pasamos por Liñares y Hospital, y nos disponemos a realizar la última subida del día: el Alto del Poio. En el llano antes de llegar, nos adelantaron unos bicigrinos en bici de carretera y sin alforjas, que iban haciendo el camino con coche de apoyo; ante esto, Jose puso ritmo y en la subida empezó a pasarlos uno a uno hasta coronar el puerto por delante de todos (yo al final a mi ritmo tambien pude adelanterlos), ya que su plato pequeño era demasiado grande para moverlo en esas cuestas. La subida serán 2 o 3 kilómetros, que después de Ocebreiro, ni te das cuenta y has coronado.
En la cima tuvimos que parar para hacer una de las fotos del viaje (esta parte sólo se entenderá por compañeros y amigos de trabajo nuestros, ya que Jose, desde que tiene su titulín de francés, nos va llamando a todos "jeune poullet", joven pollo; así que no podíamos dejar pasar la oportunidad de realizar esta foto en el Alto del Jeune Poullet).

Una vez terminada la foto, comienza la bajada más vertiginosa del camino por carretera. Si bien hay caminos por Fonfria y Viduedo, nosotros decidimos realizar la bajada por el arcén de la carretera, por lo que hicimos algunos kilómetros más. Esta vez fué la máquina chillona de Carlos la que encabezó la bajada, después yo y por último Jose. Carretera en muy buen estado, es ancha a pesar de ir por el arcén, que permite alcanzar velocidadesde 65-68 km/h.
Al final de la bajada está Triacastela, punto y final de la etapa de hoy. Serían las 17:00, y 86 km en mi cuentakilómetros. Se entra por la carretera principal, y primero pasamos un albegue, el de Oribio, con 31 plazas y muy buena pinta por fuera. Según traíamos de refencia en la guia, había 2 más un poco más abajo, así que decidimos bajar.

El albergue: paramos en el albergue "Berce do Camiño", que si bien está marcado en la carretera, la entrada está por la calle paralela hacía en interior del pueblo. Nos recibió una chica, que también atendía un bar con su madre; guardamos las bicis en el gareje aledaño, sellamos la credencial y subimos a la primera planta dónde estaba nuestra habitación. El albergue es muy nuevo, muy limpio, con internet, cocina y comedor abajo, y arriba varias habitaciones (la nuestra era de 5 personas, 2 literas y una individual) para completar 27 plazas. Al haber muy poca gente, dormimos solos. Hay varios baños completos en esa misma planta, y una terreza en la que poder tender.
Dejamos las alforjas, nos duchamos, lavamos, tendimos y nos fuimos a tomarnos ese néctar de dioses (como dice Jose en su blog) que es la pinta diaria de cerveza, esta vez en el bar que regentan los dueños del albergue.
El precio eran 7 euros (creo recordar)

El pueblo: es bastante pequeño, construido a lo largo. Recorrimos la calle dónde está el albergue hasta arriba (llegamos hasta el albergue que vimos por la mañana), vimos su pequeña iglesia dentro del cementerio, y sobre las 20:30 pasamos a cenar a uno de los bares. Decidimos cenar en el interior, por que descargó una buena tormenta, que nos hacía presagiar lo que vendría al día siguiente. Una buena cena con pulpo, calamares,... rehogada con un buen ribeiro.

Provisiones: hay un par de pequeños supermercados dónde poder comprar lo necesario para el día siguiente, en nuestro caso para el desayuno (zumo, bollos y fruta).

Creo que merece la pena parar en este albergue, aunque el pueblo tenga poco que ver, pero es perfecto para el descanso después de subir Ocebreiro.

Como todas las noches, sobre las 22:00 estábamos en albergue, intentando buscar alguna emisora de radio y descansando para la dura etapa de mañana. Entramos en Galicia, etapa de auténtico rompepiernas, quizá la más dura del camino.

jueves, 28 de agosto de 2008

5º Etapa: León - Ponferrada

Fecha: 28 de Agosto de 2008
Etapa: León - Ponferrada
Km: 103 según la guía, 118 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:40
Hora de llegada: 16:45
Etapa realizada en un alto porcentaje por carretera, incluida la subida a La Cruz de Hierro.

Me levanté sobre las 7:00 de la mañana, coloqué todas las cosas en las alforjas y salí al patio, dónde Jose ya estaba terminando de preparar sus alforjas y su bici. Desayunamos un poco de fruta, y dimos la primera pedalada sobre las 7:40.

La idea inicial era llegar hasta Molinaseca, pero después de hablarlo la tarde anterior, decidimos alargarla un poco hasta Ponferrada, ya que los 8 km que separan una de otra son cuesta abajo, y así recortábamos unos pocos km a la dura etapa del día siguiete con el OCebreiro.

Como habíamos quedado en recoger a Carlos en San Martín del Camino, y desayunar con él, decidimos evitarnos la entrada a León y capital, y acortar por algunas calles para salir directamente a Trobajo del Camino.
Atravesamos La Virgen, Valverde, San Miguel y Villadangos del Páramo antes de llegar a San Martín, todo ello por el arcen de la nacional, si bien hay un andadero de tierra paralelo durante gran parte del camino.
Llegamos a San Martín, desayunamos con Carlos y su mujer, y continuamos la ruta, ahora ya los 3 que llegaremos hasta Santiago.

La ruta continua por un sendero a la derecha de la nacional, que nos lleva hasta Hospital de Órbigo. Atravesamos su famoso puente sobre el río Órbigo y continuamos por calles empedradas hasta la salida del pueblo. Según la guia, a la salida hay un cartel que indica dos posibilidades; 16km por carretera hasta Astorga, o 17 km por camino señalizado. Nosotros nos dejamos guiar por el lugareños Carlos y seguimos por la ruta pegada a la carretera.

Sobre las 10:45 llegamos al crucero de Santo Toribio, desde dónde ya se puede ver Astorga. Aquí os presento a mis dos compañeros de ruta, con Astorga de fondo. Desde aquí una buena bajada y después por carretera llegamos a Astorga; atravesamos las vias del tren y nos encontramos con una dura subida de 200 metros (1x1) para subir al centro de Astorga, parando en su albergue a sellar.
Astorga, al igual que León, son dos ciudades muy bonitas, y que tendré que volver a visitar con calma un fin de semana. Aquí os dejo una muestra de lo que podéis encontrar (la puerta del Sol, el Palacio Episcopal encargado a Gaudí, y la iglesia de Santa María).


Mientras admirábamos el Palacio, saludamos a los dos ciclistas de Castellón que me encontré en el albergue de Carrión, y que como nosotros, querían llegar hoy a Ponferrada.

Una vez superado Astorga, el paisaje cambia completamente, abandonando las llanuras que nos acompañaban casi desde Montes de Oca, y comienzan los montes leoneses que nos llevarán hasta la Cruz de Hierro.
Abandonamos Astorga por la carretera que nos lleva hacía Castrillo de los Polvazares, dónde merece la pena pasar; pueblo entero de piedra, aunque no sea muy aconsejable para las maltrechas posaderas.
Por aquí hay varías posibilidades, bien por el andadero, bien atravesando el pueblo o bien por la carretera, que es un poco más larga, pero ques es por la que optamos.
Desde aquí y hasta Rabanal del Camino, seguimos por la carretera, con escaso tráfico y que va pegada al andadero para los caminantes, y todo el rato picando hacía arriba.

Sobre las 13:00 llegamos a Rabanal del Camino, pequeño pueblo de unos 60 habitantes, que recuperado por el paso del Camino mantiene hoy 4 albergues, y en el que decidimos parar a tomar un refresco antes de empezar la dura ascensión del día.
El pueblo se atraviesa por la calle central, que desemboca en un pista de tierra que nos comunica con la carretera. Una señal aconseja realizar la subida por carretera, que es lo que hicimos nosotros.; si bien, algunos, como los chavales de Castellón que luego nos encontramos en el albergue de Ponferrada, la realizaron por el camino de tierra, aunque con muchos sitios de echar pie a tierra.

Hasta Foncebadón son casi 6 km de subida, con pendientes del 5-6% que hicieron que mucho tiempo fueramos con el desarrollo más pequeño (1x1). Aquí Jose empezó a poner la moto e ir tomando ventaja, y Carlos a sufrir y quedarse un poco más rezagado, además de por el desnivel, por que no le engranaba bien el pión pequeño.
Yo mientras, iba entre los 2, intentando no pegarme un calentón que no me dejara llegar arriba, y tranquilamente a mi ritmo.
Durante la subida, paramos un par de veces a hacer algunas fotos (lo que permitia que Carlos nos fuera alcanzando, pero que no le permitia a él descansar, que perrángamos que somos.....), por lo que llegamos a Foncebadón sobre las 13:45.
Tal y como habíamos leido en las guias, había que parar para ver la Taberna Gaia, el lugar más original del camino para comer, con comida medieval servida por camareros ataviados a la usanza de la época. Efectivamente entramos, pero no eran precios muy peregrinos, así que finalmente decidimos comer en el restaurante que hay al lado, dónde nos atendió una chica muy simpatica, y comimos muy bien por unos 9 euros. Pudimos ver fotos del puerto en invierno, con todo cubierto de nieve e incomunicados.
Echamos una pequeña siesta junto a la palloza que hay frente al bar, y sobre las 15:30 continuamos la ruta, hacía la Cruz de Hierro.
Hasta que llegamos a la verdadera Cruz, punto más alto del Camino Francés (1500 metros), nos encontramos con varias cruces antes, y para seguir la tradición que dice que hay que dejar una piedra junto a ella para que la suerte te acompañe en el camino, hicimos el gesto 3 o 4 veces.
Sobre las 16:00 llegamos a la verdadero Cruz de Hierro. Es facil darse cuenta, por que está rodeado de un pequeño estercolero de piedras, fotos, recuerdos, botas..... un montón de cosas que la gente va dejando como recuerdo.

Aquí comienza un pequeño descenso hasta Manjarín, pero pronto vuelve la carretera a ponerse para arriba para volver a los 1500 metros. Todo este tramo se hace eterno, con constantes subidas y bajadas que hacen que parezca que nunca empieza la bajada.
Cuando por fin llega, la disfrutamos a tope. Jose se puso el primero para marcar el camino, luego Carlos con su chirriante bici que iba avisando a todo el mundo de que llegábamos a las curvas, y después yo. Son unos 12 km que hicimos a toda leche, a pesar de que es una carretera muy estrecha y con muchas curvas, pero que llegamos a puntas de 60 km/h. Pasamos por El Acebo y Riego de Ambros como alma que lleva el diablo, hasta que llegamos a Molinaseca. Paramos en una fuente a la entrada del pueblo para que Carlos rellenara su bidón, ya que eso del Aquarius no le mola mucho; dice que está demasiado dulce. 10 minutos de descanso, y vuelta a la bici. Poco más adelante atravesamos un río, y vimos un montón de gente bañándose; pasamos rápido para no nos diera mucha envidia, por que deberíamos haber parado ahí hoy, jeje.

Sobre las 16:45 llegamos a Ponferrada, después de 118km según mi cuentakilometros.

El albegue: está en las afueras de la ciudad, muy cerquita según se llega por el camino. Es un albergue muy nuevo, de piedra, con unas 200 camas en habitaciones de 4 personas, una gran cocina, amplio jardín con una fuentecita y una carpa para poder dejar las bicis. Las duchas están en un lado del jardín, 4 por sexo y separadas, con varios lavaderos y tendederos.
Dejamos las alforjas, nos duchamos (como todos los días, Jose duchadito a las 18:00), y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, que Carlos estaba sequito y necesitaba su dosis diaria de cerveza con limón.

El pueblo: vimos la plaza y el castillo, y nos tomamos la preceptiba jarra de cerveza en uno de los laterales del castillo. Después Jose pregunto a un lugareño dónde poder cenar de tapeo. Le aconsejaron un bar muy chulo, es unas cuevas cuyo nombre no recuerdo, dónde nos tomamos unas patatas, unos calamares y unos mejillones muy muy buenos.
De vuelta al albergue, un patxarán y un rato e charla en el jardín del albergue hasta que nos dieron las 10. Cuando llegamos a la habitación, teníamos un cuarto peregrino, así que con la linterna recogimos las cosas y a sobar.

Provisiones: es un pueblo muy grande, con muchas tiendas para poder comprar. Nosotros compramos un zumo, unos bollos, unos aquarius y algo de fruta para el día siguiente.

miércoles, 27 de agosto de 2008

4º Etapa: Carrión de los Condes - León

Fecha: 27 de Agosto de 2008
Etapa: Carrión de los Condes - León (paré a 5 km de León, en casa de Jose)
Km: 94.2 según la guía, 105 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 6:47
Hora de llegada: 13:50
Etapa realizada por la ruta hasta Sahagún, y por la carretera parelela al andadero hasta León.

A las 5 de la mañana sonó el primer despertador. Hoy comenzaba la etapa con 17 km de camino sin nada entre medias hasta Calzadilla, de ahí que los caminantes decidieran salir tan pronto.
Yo me levanté a las 5:45, siendo casi el último en abandonar la cama. A las 6, las hermanas pusieron música religiosa por los altavoces, y los poquitos que quedaban durmiendo, optaron por levantarse.
Bajé a la cocina a desayunar. Tomé un zumo, amarguillos y un par de nectarinas que compré el día anterior. Allí conocí a algunos de los ciclistas que pernoctaron este noche en el albergue. Hablé con 2 chavales de Castellón que ayer llegaron desde Burgos, y hoy también pretendían llegar a León. Coloqué las alforjas, y a las 6:47 estaba dando la primera pedalada. En esta ocasión tuve que ponerme en la cabeza el frontal que llevaba, por que en cuento salí del pueblo, no era capaz de distinguir bien la carretera, y mucho menos buscar flechas amarillas.

Hasta Villotilla, 5.6km, se va bien por una carretera sin apenas tráfico y entre arboles, saludando a la gente que va andando y que ha madrugado un montón para afrontar la etapa de hoy. Al llegar al cruce surge de frente un camino pedregoso (en la foto) que nos acompañará hasta Calzadilla, unos 12 km. Una eterna recta, casi todo el rato llana, dónde intentas ir por los laterales que parece que hay menos piedras, y dónde vas pensando que vas a pinchar de un momento a otro. Yo opté por ponerme el mp3 e ir escuchando música.

Calzadilla de la Cueza es un pueblo pequeño (ahora me alegro de haberme quedado en Carrión el día anterior), dicen que con piscina municipal, aunque yo no la vi. A la salida, el camino queda sepultado por la N-120, y por ello se ha habilitado un andadero parelelo por el que decido ir en un principio. Se atraviesa Lédigos, Terradillo de los Templarios y se llega hasta Sahagún, primera gran ciudad del camino en León, y punto intermedio en el camino entre Roncesvalles y Santiago.
Dispone de un importante legado histórico con monasterio, iglesias y plazas, pero paso por ella sin realizar ninguna parada, más que la foto que aparece.
A la salida de Sahagún, al llegar a un puente sobre la nacional, hay que optar entre 2 posibilidades. Seguir el camino francés, o ir por la antigua calzada romana hacía Calzada de Coto. Sin dudarlo, opté por seguir el Camino francés, por que una calzada romana no iba a ser lo mejor para mis posaderas.
El Camino francés continua por el andadero, pero yo decido ir por la antigua nacional que va paralela y pegada al andadero, ya que no hay apenas circulación.
Desde aquí y hasta Mansilla de las Mulas, la etapa se hace tremendamente aburrida, por que discurre todo el rato por esa carretera, completamente plana, sin sombra y con ganas de llegar cuanto antes. Se pasa por Bercianos, El Burgo Ranero y Reliegos antes de llegar a Mansilla, con una media superior a los 20km/h.
En Mansilla paré a tomarme una cervecita y descansar las piernas y las posaderas, por que la etapa tan llana suponía un gran esfuerzo de llevar tanto tiempo la misma posición.
Después se continua por el andadero, se atraviesa un peligroso puente antes de llegar a Villamoros de Mansilla, desde dónde hay que ir varios kilómetros por el arcen de la nacional atravesando un polígono industrial, que ya nos va indicando que nos acercamos a León.
Antes de Puente Villarente se vuelve al camino, se atraviesa Arcahueja, pueblo de mi compañero Carlos, que mañana se unirá al camino, y dónde paré en su albergue a sellar la credencial.

En el Alto del Portillo me desvio de la ruta peregrina para dirigirme a la casa de mi compañero peregrino Jose, ya que voy a pasar la noche en su casa, y mañana seguimos la ruta los 2 desde allí.

Llego a su casa sobre las 13:30, después de realizar 105km según mi cuentakilometros.

En esta etapa no puedo contar como es el albergue, pero reseñar la cálida acogida que me dispensó Jose y su familia.

Por la tarde bajamos de visita a León (en coche, jejej), tomamos un café en el Hostal de San Marcos, y unos cubos y unos vinos por el casco antiguo de León. Ciudad que no conocía, y que dejo pendiente mi visita para un fin de semana.

La etapa es muy comoda para poder pedalear a buen ritmo, pero muy aburrida. Aprovechando esta llanura, se pueden avanzar todos estos kilómetros, por que cuando llegue Galicia, lo agradecemos.

martes, 26 de agosto de 2008

3º Etapa: Hontanas - Carrión de los Condes

Fecha: 26 de Agosto de 2008
Etapa: Hontanas - Carrión de los Condes
Km: 53.8 según la guía, 56 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:01
Hora de llegada: 13:20
Etapa realizada por camino hasta Fromista, y por arcén el resto hasta Carrión.

El comienzo del día es muy similar al día anterior, ya se notan las costumbres que se van adquiriendo.
Me levanté sobre las 6.15, siendo el último en abandonar la cama, aunque despierto desde las 5 y poco, ya que los portugueses salieron bastante pronto, y eran muchos.
Subí al bar "El Puntido" a desayunar, café y tostadas (si eso se pueden llamar tostadas.....) y di la primera pedalada a las 7:01, más denoche aún que días anteriores.

Me quedaban unos 160km para León, final de la etapa de mañana dónde me encontraría con mis 2 compañeros de viaje hasta Santiago. La primera idea era ir a Calzadilla, unos 70km, y así tener unos 90 al día siguiente, pero Jose me convencio de quedarme en Carrión, un pueblo más bonito y más grande para pasar la tarde del día de hoy, así que decidí realizar hoy el día tranquilo.

Saliendo de Hontanas hacía la carretera, se atraviesa y se entra en un camino de tierra para evitar la carretera. Se hizo un poco complejo, por que hay zonas estrechas, y coincidí con gran parte de los caminantes que había en Hontanas, y tenía que ir abriendome paso.

Poco despuès se vuelve a la carretera, y se pasa por un lugar cargado de história (en la foto), el convento de San Antón, que durante los siglos X y XI se utilizó con hospital para curar enfermedades contagiosas, y por eso está tan alejado de zonas habitadas.

Sobre las 7:45 llegué a Castrojeriz, pueblo con un innumerable legado histórico. Desde su castillo, hoy medio derruido, dónde allá por 1131 libraron batallas cristianos y arabes, hasta su casco viejo, dónde en 1 km se levantan iglesias, hospitales, mesones y comercios.

A la salida del pueblo se encuentra una de las grandes subidas del camino: la colina de Mostelares. Serán unos 2 km de fuerte subida por camino pedregoso (yo subí casi todo con el desarrollo más pequeño 1x1), que hace que entres en calor rapidamente. Poco antes de empezarla, me volví a encontrar con la pareja italiana, que había pasado la noche en Castrojeriz.

Una vez coronado, y divisada amplia meseta de la Tierra de Campos que espera, está la dificil y técnica bajada, que al igual que ayer con los Montes de Oca, será 1 km de fuerte descenso, con muchas piedrecitas, que hace que apenas puedas soltar el freno hasta que casi estás abajo.

Sobre las 9:00, y continuando la ruta por camino, pasé por Puente Fitero, cuyo puente medieval de 7 arcos sobre el río Pisuerga nos señala la separación de las provincias de Burgos y Palencia.
Enseguida se llega a Itero de la Vega, momento a partir del cual desaparecen los montes y las ondulaciones de estos días, para dejar paso a la Tierra de Campos.

A unos 8 km, y siguiendo por camino, se encuentra Boadilla del Camino, y a su salida, tras pasar por un sendero con arboles con todavía una pequeña sombra, aparece ante nosotros el Canal de Castilla, obra de ingenieria del siglo XVIII creada por iniciativa del marqués de la Ensenada, para transportar mercancias entre las capitales castellanas y el puerto de Santander. 207 km de canales y alguna maravillosa esclusa, como la de Frómista. El camino discurre paralelo al canal durante unos kilometros, que se hacen muy ligeros y amenos.

Llegué a Frómista sobre las 10:15. Es el pueblo más grande de la etapa de hoy, dónde paré a comprar el periodico y tomarme unas barritas con aquarius, ya que había recorrido más de la mitad de lo que tenía previsto hoy, y aún era temprano.

Una vez pasado Frómista, sólo queda una larguísima recta de 20km hasta Carrión de los Condes, final de la etapa de hoy. El camino discurre por un andadero paralelo a la carretera, separado por 1 metro, por lo que decidí dar un descanso a mis posaderas y realizar los 20 km por el arcén de la carretera. Se pasa por Población de Campos, Revenga de Campos y Villarmentero de Campos, a cuya salida hay una zona de pinos que abundante sombra, dónde paré a leer tranquilamente el periódico y poner al día de como está el mundo.
Después, el camino roza por el sur Villalcázar de Sirga, pero merece la pena pasar a ver su iglesia ( en la foto). Ahí compré unos dulces (amarguillos) en una tienda, y tuve para desayunar al día siguiente y llevar el resto a la familia de Jose en León.

Sobre las 13:20 llegúe a Carrión de los Condes. Sin duda, la etapa más comoda del camino.

El albergue: decidí ir al albergue parroquial que hay a las espaldas de la iglesia de Santa María. Fuí el quinto en llegar, y un chico me explicó un poco las reglas e historia de este albergue. Está gestionado por las hermanas agustinas, que por la tarde ofrecen misa en la iglesia, y después nos invitan a una cena en común con todos, poniendo ellas un primer plato caliente, y dejando que cada peregrino lleve algo para el segundo y poder compartilo entre todos. Después, dirigirán unas palabras a todos los peregrinos, de consejo y orientación sobre el espíritu del camino.
Es muy nuevo, unas 50 literas en 3 dormitorios, 2 duchas de agua caliente por cada sexo, salón, cocina, lavadora, secadora y un jardín para poder tener la ropa.
La bici la pude dejar en el garaje dónde el párroco deja el coche.
El precio fué de 5 euros.

La comida: una vez duchado y lavada la ropa, fuí a comer a un restaurante cercano; menú del día por 9.50 euros. Macarrones y lomo con patatas.

El pueblo: uno de los más grandes del camino, se encontraba precisamente en fiestas. Poseé 12 iglesias, destacando la de Santa María y la de Santiago, con un magnífico friso en la fachada.
Después de la siesta fuí a conocer un poco el pueblo, su plaza Mayor dónde estaba a punto de comenzar un concierto, y comprar algo para la cena en común. En un lateral de la plaza hay un supermercado "Lupa", dónde me volví a encontrar con Vicente, el valenciano que conocí en Belorado. Compramos y nos fuimos a tomar unas cañitas, contarnos nuestras aventuras y escuchar un poco el concierto de música Folk, con lo que al final se nos pasó la hora de la misa y la cena.
Al volver al albergue, ya habían terminado las hermanas de dar su charla, y pude comproblar que había 9 bicis en el gareje, algo que me parecio increible y me animó de cara al día siguiente.

Provisiones: al ser un pueblo grande, hay varias tiendas. Yo opté por un Lupa que hay en un lateral de la plaza Mayor.

Creo que una etapa así viene muy bien en el camino. Permite descansar, recuperar fuerzas y poder ver un pueblo que merece la pena.
Como todos los días, a las 10 de la noche se apagaron las luces, y todos a descansar, que en mi caso, mañana me esperaban más de 100 km hasta León.

lunes, 25 de agosto de 2008

2º Etapa: Belorado - Hontanas

Fecha: 25 de Agosto de 2008
Etapa: Belorado - Hontanas
Km: 82.7 según la guía, 90 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:13
Hora de llegada: 14:30
Etapa realizada entera por la senda del camino.

Me levanté sobre las 6.15, siendo uno de los últimos en abandonar la cama. Toda la gente que dormía en mi habitación eran caminantes, y suelen salir bastante antes para aprovechar las primeras horas de la mañana y evitar el sol, pero en bici es algo más complicado, aunque lleves luz. En el albergue ofrecían desayuno por 2 o 3 euros, pero llevaba fruta y alguna barrita del día anterior, y decidí comérmela antes de salir. Me encontré con Vicente en las escaleras, pero él si decidió desayunar y además pensaba ir hoy tambien relajado, así que desayuné y di la primera pedalada a las 7:13, aún un poco de noche por que el día amanecía nublado.

La etapa de hoy la podemos dividir en 2 partes bien diferenciadas (probablemente lo mejor y lo peor del camino). Una hasta San Juan de Ortega, con el bosque de robles de los Montes de Oca por el medio; y otra hasta Hontanas, con la travesía de Burgos entre coches y la posterior meseta burgalesa entre trigales y un sol de justicia.

Se sale dirección hacía la nacional, que se cruza y continuas por el andadero habitual del final de la etapa anterior, dejando atrás los viñedos y comenzando con los trigales que tanto nos cansaremos de ver durante el último tramo del día de hoy. Se atraviesan diversos pueblos, todos ellos pequeñitos: Tosantos, Villambistia (cuya iglesia está en la foto) y Espinosa del Camino.

El siguente pueble es Villafranca Montes de Oca, dónde cambia radicalmente el perfil de la etapa; un maravillo bosque de Robles que me acompañó hasta San Juan de Ortega.

Una durísima cuesta por detrás del hospital te lleva a los Montes de Oca. Desde abajo ves que empieza en asfalto y gira en un momento,pero no, las flechas te marcan el camino hacía una cuesta de tierra, que yo no pude completar entera sobre la bicicleta. Se sube como unos 3-4 km con desniveles importantes (yo iba con plato pequeño, piñón grande: 1X1) y se me hizo muy duro. Hay falsos llanos y llega un momento que parece que has coronado, comenzando un fuerte descenso, con muchas piedrecitas, pero que conseguí bajar entero montado en la bici, pero con un tremendo dolor en las manos de sujetar los frenos. Al llegar abajo, cruzas un riachuelo y de frente te encuentras con un muro, literal, que no hay quién suba montado, y que me costó incluso subirlo andando (unos 50-100 metros). Una señora que empezaba a la vez que yo me dijo "no te envidio para nada"; eso son animos........

Un poco más adelante, y sobre las 9 de la mañana, coronas, y empieza la parte más divertida del día de hoy, con amplios caminos, primero en llano y luego en larguísima bajada hasta San Juan de Ortega.
A pesar de la dureza y la niebla que había, merece mucho la pena realizar el camino por esta ruta y no por la carretera. Este tramo desde Villafranca hasta San Juan de Ortega ha sido probablemente el momento que más he disfrutado de la bici, por el bosque tan bonito, el camino, poder pedalear a todo trapo por camino, lejos de la carretera,.....

Llegúe a San Juan de Ortega sobre las 9:20, dónde sellé la credencial en el bar que hay al lado de la iglesia (que aparece en la foto), y un poco más adelante tienes una señal dónde se divide el camino. Una opción es por el andadero pegado a la nacional hasta Burgos, y otro ir por camino en dirección a Atapuerca.
Me decicí por la opción de Atapuerca, por que aunque diera algo más de vuelta, prefería seguir el mayor tiempo posible por el camino (al pasar la colina que hay después de Atapuerca, me arrepentí de la opción).
La ruta sigue 2 o 3 km por camino, y luego por carretera hasta Atapuerca. Había un pequeño museo en la carretera, pero decidí seguir adelante. Pasado el pueblo, sale a la izquierda una carretera hacía la serranía y un campo de tiro. Es una zona de encinas, pero dónde hay multitud de grandes piedras que dificultan el ir en la bici (al menos para mi escasa técnica), así que hice unos 10 minutos a pie. Una vez coronas (cruz que aparece en la foto con piedras a sus pies, tratando de emulas las costumbres de los milladoiros, hitos dónde los caminantes lanzaban piedas para conjurar maleficios o pedir protección), puedes ver desde la cima la ciudad de Burgos.
El comienzo de la bajada tambíen se hace compleja, pero si que completé en bici.

Desde aquí y hasta Burgos, todo carretera, pasando por un larguísimo póligono industrial.
Mirando la guia, he descubierto que pasado el pueblo de Orbaneja, hay un desvio hacía Castañares que lleva hasta Burgos por caminos agrícolas. Si volviera, optaría por probar ese camino, por que la carretera del polígono se hace muy larga y peligrosa.

Llegué a Burgos sobre las 11.30. La entrada a las grandes ciudades es siempre complicada, y en un momento perdí las flechas de vista. Pregunté a un señor, y me dijo que toda seguida la calle que viene del polígono, se llega a la Catedral. Para quien no la conozca, es parada obligada en el camino. Yo realicé aquí mi parada larga del día, unos 20 minutos frente a la Catedral.

La salida de Burgos se hace por carril bici pegado al rio, así que ante cualquier pérdida, es facil volver a encontralo.
Continuando el camino, se pasa por Villalbilla, Tardajos y Rabé de las Calzadas, dónde intenté sellar en albergue, pero estaba cerrado. Pasé rápido por estos pueblos, por que no tienen nada, y a la salida de este último empieza uno de los peores tramos de todo el camino; el tramo hasta Hontanas por la pedregosa meseta burgalesa, todo rodeado de trigales.
Nada más entrar en el camino, me encontré con una pareja de ciclistas italianos, de 60 años que estaban parados arreglando un pinchazo. Paré por si necesitaban algo, y acababan de arreglar el segundo pinchazo en una hora, pero lo llevaban con muy buen humor.
Pedaleé un ratillo con ellos, y me contaron que venían del norte de Italia, que era la primera vez que hacían el camino en bici, pero lo habían hecho varias veces andando, y que ahora llegaba una de las peores zonas del camino.
Después, decidí avanzar más deprisa y los dejé a su paso, "piano-piano", como dicen ellos.
Son 20 km hasta Hontanas que lo mejor es hacerlos a primera hora del día. Camino pedregoso, ni un sólo arbol, todo cuestas para arriba y para abajo, sin llanos.... se me hice bastante largo, y no me imagino como se les harían a la gente que veia andando. Se pasa por Hornillos del Camino, que en su calle principal tiene una tienda dónde compré unas nectarinas riquísimasssssss (supongo que el calor que hacía ayudaba a ello).
Sobre las 14:30 llegué a Hontanas, que como está en un valle, no se ve hasta que no estas encima.

El albergue: a pesar de que durante los últimos km te anuncian el albergue "El Puntido", decidí para en el albergue municipal que está en la misma calle, pero 30 metros más abajo. Cuenta con unas 50 camas (cuando yo llegué solo habia 3 personas), los colchones un poco blandos, 2 duchas con agua caliente (puertas de madera, y ningún lujo), máquina de bebidas, cocina y un saloncito muy chulo en la parte de abajo, dónde pude dejar la bici (fuí el único ciclista que durmió ese día en Hontanas).
El precio fué de 5 euros.

La comida: pude comer en un bar que hay en la plaza, pero que sólo les quedaba el menú del peregrino por 6 euros: sopa castellana y tortilla de verdura.

El pueblo: quizá fué la tarde más aburrida del camino, por que es un pueblo muy pequeño, todo alrededor de la iglesia y los albergues, y este día sin apenas españoles. Después de una siesta de un par de horas, bajé a tomar un cañita a uno de los 2 bares, y a dar un paseo. A última hora pude ver que a las afueras, por dónde continua el camino el día de mañana, hay una piscina municipal, que supongo habrá estado abierta todo el día.

Provisiones: no dispone de tiendas para comprar, lo único es un camión de ultramarinos que pasa por las tardes para poder comprar algo.

En otra ocasión, quizá comería en Hontanas y continuaría ruta hasta Castrojeriz, un pueblo más grande y bonito del que apenas nos separan 10 km.
A las 9.30 estaba durmiendo, esperando a que se acostaran los 30 portugueses que se presentaron a las 5 de la tarde en el albergue.

domingo, 24 de agosto de 2008

1º Etapa: Logroño - Belorado

Fecha: 24 de Agosto de 2008
Etapa: Logroño - Belorado
Km: 73.8 según la guía, 82 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:37
Hora de llegada: 13:30
Etapa realizada entera por la senda del camino.

Me levanté a las 6 de la mañana para poder preparar bien las alforjas, tomar algo de desayuno e iniciar la primera etapa. Como suele pasar siempre, es imposible colocar en las alforjas todo la segunda vez tal y como lo hiciste la primera, así que el pequeño hueco que llevaba para poder guardar algo de comida, desapareció. Tuve que atar una bolsa por encima de las alforjas con un zumo y donuts que pensaba comerme cuando llevara un par de horas pedaleando.

Bajé la bici por las escaleras del hostal (menos mal que bajé con las chanclas, que si bajo con las zapatillas de la bici puestas, me mato), rellené los bidones con el aquarius que había comprado, y enseguida me encontraba en la Avenida del Marqués de Murrieta, lo que significaba el comienzo de mi camino de Santiago.
Eran las 7:37 horas de la mañana de un domingo, así que había poquísima gente por la calle, y pude ir perfectamente por la calzada, y siguiendo las flechas hasta el parque de la Grajera.
Es un sitio muy bonito, dónde empiezas por un carril bici hasta que te vas adentrando en él y se convierte en zonas de camino y zonas de asfalto. Pasas delante de un gran lago y llegas a un restaurante, dónde decidí parar a tomarme el redesayuno, aunque sólo eran las 8:10 de la mañana. Era una zona con bancos, un riachuelo y multitud de arboles que dan una agradable sombra.
Poco más adelante, llega el Alto de la Grajera, que es tendido, pero sufiente para poner por primera vez el plato pequeño. Después una bajada hasta llegar a Navarrete, al que por un despiste en algún desvio, llegué por un camino de tierra que iba paralelo al camino original. Pregunté a un señor y me volvió a indicar la ruta buena. La salida de Navarrete por carretera va picando hacía arriba, y a mitad de subida, sale a la izquierda un camino de tierra con piedrecillas.
Desde aquí y hasta Najera me puse la radio en un oido y fuí oyendo la final Olimpica de baloncesto entre la España de Gasol y los Estados Unidos. El partido estuvo genial, muy igualado y con la tentanción de pararme en algún bar a verlo, perdo decidí disfrutarlo sobre la bici (España acabó perdiendo por 11 puntos, pero casi al final del partido).
Todo este tramo discurre por caminos de tierra, cruzando carreteras que van a los distintos pueblos, y se hace muy ameno, aunque ya se empiezan a notar los primeros km de baches en las posaderas, jejeje, muy parecidos a los que luego nos esperan por Burgos y León.

Llegué a Nájera sobre las 10:15. La entrada es un poco fea, por que se pasa por zona industrial, escombreras y mal camino. Una vez en el pueblo, merece la pena pararse si no se conoce para recorrer su calle principal, ver el Monasterio de Santa María la Real y relizar la típica foto sobre el rio Najerilla, que separa el Najera histórico del Najera moderno. Una vez pasado el rio, las flechas no están muy bien pintadas y me despiste por un momento. Tuve que preguntar para poder salir del pueblo por la senda original, que tras pasar por un arco, gira a la izquierda hacía una calle empinada que te lleva a las cuestas de Peñaescaleras. Una vez superada la cuesta, y durante los siguientes 20 km hasta Santo Domingo, irás casi todo el rato por caminos de tierra, paralelos a nacional, pero lo suficiente alejados en la mayor parte como para no molestarte.
La única localidad de paso con servicios es Azofra, dónde paré a sellar la credencial en su albergue (no había nadie, pero tenían el sello en la puerta), y posteriormente Cirueña, que pasé sin detenerme.

Llegué a Santo Domingo de la Calzada sobre las 12:00.
La Compostela riojana como dicen algunos, es la mayor localidad de paso del día de hoy. Una vez en la calle Mayor (calle recitilínea y peatonal que recorre el pueblo de punta a punta), localicé el primer albergue y pasé a sellar. Acababan de abrir, y estaban llegando los primeros peregrinos a pie para pernoctar en él; a mi aún me quedaban unos 25 km para llegar a Belorado.
Recorrí la calle Mayor hasta la plaza que hay frente a la Catedral, y dónde está el parador, y me decidí realizar la parada larga del día, unos 20 minutos, para reponer fuerzas con alguna barrita y acabar uno de los bidones de aquarius.

La salida de Sto Domingo la hice un poco por el arcen, hasta encontrar un camino de tierra parelelo a la antigua nacional. Por ese camino durante unos 6 km llegas a Grañón. Decidí pasar a ver su albergue, y el hospitalero muy amable me ofreció agua y me invitó a pernoctar con ellos, y acompañerles por la tarde al campo, a un chuletada que hacía el pueblo con motivo de las fiestas en las que se hallaban. El albergue está en la parte de atrás de la iglesia, subiendo unas escaleritas pequeñas, y con colchonetas como camas. No pude sellar, y prosegí mi marcha.
Desde aquí hasta Belorado sigue el andadero paralelo a la N-120, pasando por Redecilla del Camino, que también estaba en fiestas, Castildelgado, Viloria (que te desvias un buen tramo de la nacional para volver a pocos metros) y Villamayor del Rio. No paré en ningún pueblo por que ya iba notando los síntomas de cansancio del primer día, y deseaba llegar cuanto antes a Belorado.
Llegando a Belorado, me adelantaron varios bicigrinos con bici de paseo que iban por el arcen de la nacional bastante deprisa. Yo, y mientras las fuerzas me aguanten, seguiré haciendo la ruta por camino.

Llegué a Belorado sobre las 13:20.

El alberuge: se entra en el pueblo por un camino de tierra a la derecha de la nacional. Primero pasé el albergue privado "A Santiago", que no paré por que está un poco retirado del centro del pueblo. Mi idea era para en el albergue privado "Cuatro Cantones", y hacía allí me dirigí. Está en la calle Hipólito López, 10, y preguntando a un vecino, llegué sin problema. Está en la parte de atrás de la plaza central del pueblo.
El hospitalero del albergue me llevó a un gareje al lado del albergue para guardar la bici, y me selló la credencial. El recibimiento no fué muy acogedor, ni siquiera un "que tal el camino", pero bueno, creo que tenía algo de prisa por irse a comer. Es un albergue privado que se mantiene con la voluntad, y el hospitalero te enseña una caja de hojalata con billetes de 10, 20 y 50 euros para que tu dejes lo que quieras; lo cual me llamó un poco la atención. Yo dejé 10 euros, por que no llevaba 5 euros, que era lo que pensaba dejar, y lo que costaban el resto del albergues del pueblo.
Me tocó en la tercera planta, habitación abuardillada con unas 10 camas literas (para 20 personas), pegado a la puerta del baño. 2 duchas y una terraza para tender la ropa. Lo mejor del albergue es la parte de atrás, con un jardín y una pequeña piscina en la que remojarte si llevas bañador (yo no vi a nadie bañarse), o al menos, mojarte los pies.

La comida: me duché y salí a comer al bar que hay justo enfrente, un menú de 9.50€ que estaba bien, con pasta y un filete.

El pueblo: después un pequeña vuelta por el pueblo, y siesta hasta las 18:30, por que con el calor que hacía, no eran plan de andar por la calle. Por la tarde bajé al cesped a leer la guia para ver que me esperaba al día siguiente, y me encontré con un Vicente, un chaval valenciano que venía hoy desde Najera en plan tranqui. Nos fuimos a tomar una cañita, ya que era el único ciclista que hasta ese momento había visto en el camino.
Eran fiestas en el pueblo, y estaba todo muy animado, pero a las 22:00 cerraban el albergue, así que a esa hora estábamos recogidos y sobando en la cama.

Provisiones: al ser Domingo, no pude comprar nada en ninguna tienda. Compré un aquarius de medio litro en una máquina para poder empezar el día.

Aquí finaliza la primera jornada de esta trepidante aventura.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Como llegar a Logroño y como volver desde Santiago a Madrid

El viaje de ida hasta mi lugar de salida, Logroño, lo tuve que hacer sólo. Estuve barajando 3 posibilidades:
- tren: tienes que ir en coche cama, y embalar la bici de tal forma que puedas guardarla debajo de la litera que te toca (según me contó un bicigrino, ese sitio es mínimo, incluso hasta tener que desmontar los pedales). No puedo confirmar este punto, por que no me decidí por esta opción.

- bus: creo que desde Madrid salen autobuses de Continental-Auto desde Avda América, por un precio razonable, y pagando unos 12-15 euros por el porte de la bici, que debe ir desmontadas las ruedas y girado el manillar. No opté por esta opción por horarios.

- coche de alquiler: reseve un coche de alquiler por internet para ese día, concretamente un Citroen C2 (el día que fuí a recogerlo no tenían C2 y me dieron un Citroen C4). El precio fué de 50 euros, más 30 de gasolina, total unos 80 euros. Es una opción cara para una sola persona, pero a la vez comoda. Para 2 o más personas, es muy buena.

Para el viaje de vuelta de Santiago a Madrid, reservamos una Citroen Berlingo de alquiler para poder volver los 3 (Delas, Carlos y yo) y poder llevar las bicis. Hice la reserva por 2 días, un total de 120 euros, más 65 de gasolina, 185 euros. Entre 3 personas, a unos 60 euros.
Desde Santiago se que hay multiples opciones. Hay empresas de mensajería que te envian la bici a casa, hay bus, tren,..... y creo que en la oficina del peregrino te informan. Nosotros preferimos llevar todo eso bien atado, y salió perfecto.

martes, 12 de agosto de 2008

Equipaje

El equipaje dependerá de la época del año en la que se realice el camino. En mi caso, a finales de Agosto, la previsión habitual es mucho calor en la zona de Castilla durante el día, y posible lluvia en la zona de Galicia.

El equipaje lo llevamos todo en las alforjas que compramos junto con la bici. 2 alforjas laterales y una en la parte de arriba, que se sujetan con enganches al trasportín situado solo en la rueda trasera, con engaches a la tija y la parte exterior del cuadro, cerca del eje de la rueda trasera.


Todo lo que ahora os pongo en la lista pude guardarlo en estas alforjas. El idea era evitar tener que llevar una mochila, aunque fuera pequeña, en la espalda, por que para un rato vale,pero para pedalear con ella 7-8 horas al día, sería demasiado para la espalda.

La lista es:
Bicicleta - Ropa:
- 2 culottes (yo llevé los 2 cortos)
- 2 maillots o camisetas transpirables
- casco
- guantes
- zapatillas cala
- impermeable

Bicicleta - Material:
- alforjas
- parches y pegamento
- al menos 2 cámaras
- llaves Alen
- aceite para cadena
- cepillo para limpiar la cadena
- desmontables
- tronchacadenas
- eslabon
- candado largo para atar la bici
- pulpo elástico
- bomba
- luz delantera y trasera
- algún reflectante
- navajilla multiherramientas
- bidón de agua (yo llevé 2 puestos)

Personal - Ropa:
- 1-2 camisetas
- 1 pantalón corto
- 1 pantalón largo (llevé uno de chandal, que no me puse pq no hico mucho frio)
- 1 sudadera que también puedas utilizar para montar en la bici
- 1 chanclas (para la ducha y pasear por la tarde)
- 1 par de zapatillas para pasear por la tarde si llevas zapatilla cala en la bici (sólo me la puse 1 día)
- 3 pares de calcetines
- 3 calzoncillos
- pañuelo para el cuello

Personal - Aseo:
- pasta y cepillo de dientes
- gel/champu
- desodorante
- peine
- 1 toalla
- 1 paquetito de toallitas húmedas
- protector solar
- papel higienico
- jabón lagarto para lavar la ropa
- gelocatil/tiritas/antiinflamatorios

Otras cosas:
- frontal de luz para los albergues o linterna
- movil y cargador
- cuaderno y boligrafo para notas
- pinzas para tender la ropa
- libro o guia de ruta (si vas a hacer pocas etapas, no lleves la guia entera, fotocopia sólo lo que necesitas)
- cámara de fotos y pilas de repuesto
- imperdibles
- bolsas de basura para rodear las alforjas cuando llueve
- bridas
- funda de almuhada
- saco de dormir
- gafas de repuesto (en mi caso, que sin ellas soy hombre muerto)
- CREDENCIAL
- DNI
- tarjeta seguridad social
- tarjeta de crédito

Con ello me ha sobrado algo de espacio para guardar a diario alguna pieza de fruta o alguna barrita de cereales, que vienen muy bien durante el camino.